Tulipanes

Comienza la temporada.

Las yemas están brotando, los árboles se visten de verde y algunos son tan caprichosos y coquetos que se dan el lujo de vestirse de flores.

Es lo que tiene la primavera…. Todo lo altera.

En mi jardín desde hace una semana estoy viendo brotar unas pequeñas puntitas color verde. -¡Son los tulipanes! Apenas han crecido y ya tienen la flor a punto de abrirse y son tan diminutos que casi no pueden mostrar la belleza de su flor. -¿Dónde los compraríamos? En cambio, los que acompañan al granado, son tan altos que el peso de su flor y su búsqueda ansiosa por el sol los acaba doblando. Y si no ya aparecerá algún gato, esos que se dan el gusto de pasar cuando quieren al jardín, de jugar, rascarse el lomo con las palmeras y hacer Kick Boxing, por cómo aparecen las flores de los tulipanes partidas bajo el granado. Por no contaros cómo se ponen a cazar gorriones, que pareces estar viendo en vivo y en directo ‘El hombre y la tierra’.

Sí, me encantan los tulipanes, sus colores, sus campos, la alegría que dan a un jarrón, a un centro de mesa, a cualquier rincón de la habitación.

Cuando amueblamos el salón, nos propusieron poner un cuadro que presidiera la mesa. No lo pensé dos veces, cuando vi aquella lámina, aquel campo de tulipanes sólo tuve que tomar las medidas y ponerme a ello. Además ese año nos obligaban en clase a hacer un carboncillo, un bodegón y un paisaje. Me había cambiado de Escuela por mi cambio de domicilio. Y el temario que había expuesto el ayuntamiento había que llevarlo a rajatabla. Sin duda, me vino genial. Aquel curso sólo me dio tiempo a hacer tres cuadros, pero me di cuenta que la calidad, sin duda, estaba mejorando.

Lo miro, lo miro y lo vuelvo a mirar, y cada vez me gustan más 🙂

12 Girasoles

Mi querido y gran artista Van Gogh quien, sólo mientras estuvo vivo, no logró vender más de un cuadro. Y unos años después tras coger fuerza el impresionismo  y una venta desorbitada por una de sus obras, consiguió posicionarse mundialmente como el artista póstumo de mayor reconocido prestigio en el arte Impresionista.

Imagino que como a muchos, da pena saber que vivió en la más rotunda miseria y que el poco dinero que ganaba lo empleaba para pagar su propio material de pintura.

Mientras su cabeza trabajaba, su mente no sólo creía poder cambiar la sociedad con su obra, meta póstuma que ya sabemos todos consiguió unos siglos después, sino que además le producía cierto sosiego personal.

Para él, las flores siempre decoraron y dieron vida a su pequeño estudio, como sus cuadros dedicados a éstas.

En una visita de su gran amigo Gauguin, decoró la habitación con un jarrón de 12 girasoles. Procuraba levantarse con la luz del alba pues sabía que el sol marchitaría las flores y les quitaría así horas de vida a su belleza. Mientras pintaba ese jarrón de 12 girasoles, los días consumían su color, su fuerza, su viveza. Eso fue lo que plasmó en su cuadro, unos girasoles tan vivos, tan llenos de luz y los últimos tan consumidos y apagados por las horas pasadas de varios días.

La textura, sus colores, la mezcla de trazos largos y cortos…, hacen que después de dos siglos sigan teniendo vida esos 12 girasoles.

He de deciros, que admiro su trabajo, la textura que da a los cuadros, su afán por los colores primarios. Un artista que a pesar de su inexistente cordura, en ocasiones, consiguió plasmar la vida cómo la veía, llena de colores.