Fleurs Sophie

Esta mañana antes de salir de casa pasé por la puerta de una floristería. La floristería de Sophie Minur. Aunque paso por ahí varias veces al día y siempre me paro a ver su escaparate, hoy es un día especial. -¡Es el día de los Enamorados, San Valentín…! Y de forma fugaz imagino a todos aquellos que podrán pasar hoy a comprar unas flores. Rosas, margaritas, lirios, tulipanes o por qué no un ciclamen, a mi me encantan sus flores.

A pie de calle llegan sus colores y con la puerta entreabierta deja escapar el suave perfume de todas sus flores. ¿Una margarita? ¿Unas rosas rojas? ¿Un ramo multicolor? Cualquier opción es buena, pues se prepara con toda la delicadeza y cariño que se merecen las flores.

Me encanta ver su escaparate, acercarme a él y ver sus ramos abrazados por jarrones que les dan de beber durante el día.

Aunque no lleva muchos años abierta, he de reconocer que su apertura fue algo compleja pues se quiso dar ese toque que tienen algunas tiendas casi centenarias en el centro de la ciudad. Poquito a poco y atendiendo todo mínimo detalle, la floristería Sophie Minur fue creciendo hasta dar con lo que quería su propietaria.

Hoy es un día especial, donde quiero creer que los enamorados se quieren más, si están enfadados hacen las paces, o se anhelan a encontrarse. Hoy es otro día más a dedicarse, otro día más a quererse… otro día más a recordar entre todos los días del año.

No hay que mirar muy lejos, siempre hay una flor en una terraza, en un jardín o en ese descampado donde aparcas cada mañana al ir al trabajo, esperando a que la cojas y se la regales a alguien.

Las cosas pequeñas. que a veces a nuestros ojos son invisibles, son las más bonitas.

 

Blue Eyes Bar

¿Unas cervecitas?

Todo el que me conoce sabe que yo la cerveza…. Pufff, mira que lo he intentado veces, pero que no hay manera. Ese sabor agrio, amargo… ya sea en pleno agosto a 40º a la sombra, me supera. ¿Un Nestea o un Trinaranjus, o por qué no un zumito? Si es de naranja o frutas natural me das la vida. Lo se, lo se, que para los cerveceros no se lo que estoy diciendo, pero chicos, el agua fresquita también está muy rica  🙂

Jueves, Noche de chicas, que tras tener a nuestros peques se volvieron más escasas, además de tenerlas que pasar al viernes o sábado noche. ¿Qué mami no lo sabe? El deber llama. Y eso de estar toda la noche fuera, llegar a casa, darte una ducha rápida y derecha al curro… se acabó, pasó a mejor vida. Y tampoco es que lo eche de menos -¡Será el cansacio de toda la semana!

Cada vez es más difícil pero intentamos buscar un hueco, vernos, estar juntos…. Y este sábado nosotr@s tenemos una cita. Hay que celebrar cumples, Cris, Alberto.

¿La cena?, sorpresa, pero las cañitas…. ¿Por qué no en un típico Pub Irlandés, con su música de ambiente, sus mesas y bancos de madera, una barra interminable donde se aprecian pintas de diferentes colores según la cerveza y al fondo un pequeño escenario donde, precisamente los jueves tienen actuación en directo?

Quizá a alguno de vosotros si habéis viajado a Irlanda os suene este Pub. Incluso uno de mis vecinos, Luisete, cuando estuvo en casa me comentó que justamente él había estado alojado en una de las habitaciones cuyo balcón daba a esa fachada. Supo indicarme cuál, se acordaba perfectamente y le traía muy buenos recuerdos.

La foto me la pasó un amigo que había estado allí. La había retocado dejando la fachada en blanco y negro, y el Pub a color para acentuar su vida, tan popular como era.

Como en todo cuadro le hice pequeños cambios, le di mi toque personal. Cambié el nombre, Blue Eyes Bar. La calle la llamé The Music Ave y su número también lo modifiqué. Le añadí el cartel del próximo cantante, Dangerous Blond. Y el año que lo fundé 2006 😉

Lo personalicé completamente y aunque fue uno de los que más tardé en pintar, pues recuerdo pasar horas mirándolo sin dar una sola pincelada incluso pensando en darlo por ‘perdido’,  su resultado tras firmarlo fue muy gratificante.

-Bueno, ¿qué? ¿Unas cañitas?